Logra captar su atención
Mantente cerca de tu niño para que pueda escuchar tu voz a un volumen normal y con tono calmado. Puedes llamar su atención diciendo su nombre o mirándolo fijamente a los ojos.
Ser claros y concisos
Es importante ser directos y dar instrucciones cortas. Las instrucciones deben ser claras y concisas, libres de ambigüedades.
Dar una sola instrucción por vez
Los niños pueden olvidar lo que se les ha pedido, no entender o simplemente sentirse abrumados. Es mejor dar una sola instrucción por vez.
Ser realistas
No des ordenes que sepas que el niño no pueda cumplir. Ten en cuenta su edad, las instrucciones deben ser sobre la base de aquellas tareas que ya el menor ha logrado alcanzar.
Ser positivos
Es preferible decirle al niño qué queremos que haga y no aquello que no deseamos. Cuando le dices "no saltes", mejor intenta decirle lo que esperamos de el "por favor camina", de esta manera estaremos dando esa única alternativa.
Recompensar la conducta
Una vez que cumple con sus instrucciones, elógialo por hacer lo correcto. Mientras más recompensas las conductas adecuadas, más la repiten a futuro.